15/9/2025

Innovar desde dentro: La experiencia de Claudia y Alfonso en Santalucía Impulsa

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En cada edición de Santalucía Impulsa surgen historias que reflejan lo que significa innovar desde dentro. La de Claudia, tramitadora de reclamaciones en Santalucía Seguros, y Alfonso, suscriptor de riesgos en Santalucía Seguros, muestra cómo dos trayectorias distintas convergen en un mismo deseo: crecer y atreverse a salir de la zona de confort.

“Llegué al Grupo Santalucía hace relativamente poco, así que no conocía mucho sobre la parte de innovación. Vi el programa anunciado en el portal interno y pensé: ¿por qué no probar?”, recuerda Claudia. Alfonso, en cambio, llevaba tiempo observando a sus compañeros participar: “He visto a colegas pasar por cada edición, pero esperé hasta este año. Sentí que era mi momento. Si no participas en Santalucía Impulsa, te estás perdiendo lo mejor del Grupo Santalucía”.

Primeros pasos y descubrimientos

Los comienzos fueron un aprendizaje acelerado. Claudia admite que al principio se sintió sorprendida: “Pensaba que la innovación era solo tener una idea genial y desarrollarla. Pero no: todo se centra en las personas. Fue un golpe de realidad, aunque poco a poco empecé a sentir el proyecto como propio”.

Para Alfonso, la sorpresa vino del trabajo en equipo: “No lo veo como un trabajo extra; es un crecimiento personal. El equipo se ha convertido en mi gente. Es una actividad que me hace feliz”.

Ambos coinciden en que esos primeros pasos son los que marcan la diferencia: obligan a salir de la rutina, pero también despiertan la ilusión de formar parte de algo transformador.

Compaginar el día a día

El compromiso con el programa se vive con intensidad. “Hay días en que dedicamos mucho tiempo a nuestro proyecto en Santalucía Impulsa. Pero no lo siento como un extra porque estoy enamorado del programa”, afirma Alfonso.

Claudia lo comparte desde otra perspectiva: “En mi caso, me ha ayudado a darme a conocer en la empresa. No buscas un beneficio económico, sino personal: creces, te atreves más, y la gente empieza a reconocerte. Es un win-win”.

Ambos coinciden en que el esfuerzo merece la pena porque lo aprendido se traslada al trabajo diario a través de mayor colaboración, escucha activa y nuevas formas de pensar que enriquecen a los equipos.

Lo que significa innovar

La visión de la innovación se transformó para los dos. “Antes pensaba que innovar era solo para creativos con ideas disruptivas. Ahora veo que es más sencillo: no juzgues tus ideas, combínalas con las de otros, porque de ahí sale algo grande”, reflexiona Alfonso.

Claudia le da la razón: “Yo me veía cero creativa al empezar. Ahora propongo ideas en mi departamento sin miedo al rechazo. Ha cambiado mi forma de ver el fracaso: no es el fin, es parte del proceso”.

Para ellos, innovar no es sinónimo de algo complicado, sino de mejorar poniendo a las personas en el centro. Una lección que, afirman, se les ha quedado para siempre.

Un aprendizaje compartido

De la experiencia se llevan habilidades y vínculos que trascienden lo laboral. Claudia confiesa: “Soy perfeccionista, pero he aprendido que el camino no es recto: si te caes, el equipo te levanta”.

Para Alfonso, lo más valioso ha sido el trabajo en equipo: “Nuestros trabajos diarios son individualistas, pero aquí nos repartimos tareas, tenemos paciencia en los momentos de estrés y nos adaptamos a cada circunstancia. El equipo nos ha unido de una forma brutal”.

Ese compañerismo ha sido, para ambos, la esencia de Santalucía Impulsa porque han descubierto que juntos se llega más lejos.

Mirando al futuro

La innovación, aseguran, es vital para el Grupo Santalucía y para el sector asegurador. “Si no cambias, fracasas: no conectas con clientes nuevos”, dice Claudia. Alfonso lo resume con claridad: “Innovar es hacer feliz a la gente. En un sector tan competitivo, es la clave para diferenciarse”.

Además, destacan que iniciativas como Santalucía Impulsa hacen que los empleados se sientan escuchados y valorados, generando un impacto que va más allá del propio proyecto.

Una invitación para otros

Su mensaje final es también una llamada a quienes dudan en dar el paso. “No tengáis miedo, apuntaros y disfrutad al máximo. Es duro, pero merece la pena”, aconseja Claudia.

Alfonso coincide: “Ya has ganado solo participando. Mejoras redes, habilidades sociales, aprendes a innovar y eso te hace más feliz”.

La experiencia de Claudia y Alfonso muestra que innovar desde dentro no solo transforma proyectos, también transforma personas. Y en esa transformación está la verdadera fuerza del proyecto de Santalucía Impulsa Empleados.