La rama de la tecnología que abarca la inteligencia artificial (IA) ha supuesto un crecimiento y un desarrollo sin precedentes en el entorno tecnológico a lo largo de las últimas décadas: ha cambiado la forma en la que pensamos e incluso vivimos. Pero ¿ha sido tan rápida la evolución de la inteligencia artificial? ¿En qué punto se encuentra actualmente? ¿Qué es lo que nos deparará el futuro?
Para tener una visión más completa de esta tecnología, no te pierdas Santalucía Impulsa Podcast #24 – Especial Inteligencia Artificial I: tendencias, panorama actual y futuro. Este capítulo inicia una serie de 5 episodios sobre IA en los que exploraremos tanto el presente y futuro de esta tecnología como sus diferentes aplicaciones en una compañía como Santalucía.
El panorama actual de la inteligencia artificial
La verdadera historia de la inteligencia artificial se remonta, aproximadamente, a los años 50, cuando los científicos empezaron a experimentar con la idea de imitar la inteligencia humana a través de la creación de máquinas capaces de lograrlo.
No obstante, ha sido en estos últimos años cuando hemos presenciado un resurgimiento de la IA. Esto ha ocurrido gracias a diversos factores, como el aumento masivo de la cantidad de datos disponibles, lo que ha permitido un entrenamiento más eficiente y preciso; o el crecimiento exponencial de la capacidad computacional, que ha hecho posible el rápido procesamiento y la implementación de modelos a gran escala.
Hoy en día, la IA está presente en multitud de aspectos de nuestra vida cotidiana: desde motores de búsqueda que utilizamos para obtener cualquier tipo de información hasta los asistentes virtuales que se anticipan a nuestras necesidades, pasando por sistemas de recomendación, algoritmos de detección de fraude y muchas aplicaciones más que cada día son más comunes.
Sin embargo, este rápido avance también plantea desafíos éticos, preocupaciones sobre la privacidad de los datos, la transparencia en el entrenamiento de los algoritmos o el impacto en la sociedad y el empleo.
Es por ello por lo que la regulación en este ámbito se perfila como un punto clave a resolver para que la IA pueda adoptarse de manera masiva, sobre todo a nivel empresarial.
Aun con todo ello, la IA ha demostrado su implacable capacidad para incrementar nuestra productividad y facilitar o automatizar determinadas tareas a nivel profesional, a pesar de que esto es solo el principio.
La revolución tecnológica de la inteligencia artificial en el panorama profesional
A medida que la inteligencia artificial sigue avanzando, crecen determinadas amenazas potenciales que plantea el uso generalizado de esta tecnología. Por ejemplo, el reemplazo de los trabajadores, el desajuste entre las competencias que poseen los trabajadores y las que se demandan, las preocupaciones éticas o los problemas de privacidad.
No se puede negar que la IA aún se encuentra en una fase incipiente, sobre todo si pensamos en todo lo que está por venir, pero las regulaciones legislativas irán acorde a su desarrollo.
Por el momento, la inteligencia artificial dispone del potencial suficiente para aportar innumerables beneficios en el ámbito profesional; y a pesar del impacto negativo que puede generar, son muchos los empleados que ya utilizan esta tecnología en sus puestos de trabajo.
La automatización, la capacidad de procesar y analizar cantidades masivas de datos en tiempo real, la personalización, la mejora en el servicio de atención al cliente o la mejora en la toma de decisiones son algunas de las áreas en las que la IA ya ha demostrado sus habilidades.
Pero las herramientas y los software basados en IA con foco en agilizar los flujos de trabajo, reducir los errores humanos y optimizar los procesos de toma de decisiones seguirán evolucionando. Y las empresas que no quieran perder competitividad tendrán que seguir adaptándose a ellos.
Cómo pueden las empresas aprovechar la evolución de la inteligencia artificial
El primer paso, como afirma en el episodio 24 de Santalucía Impulsa Podcast Lluis Quetglas, director general de Vecdis y experto en innovación y transformación empresarial, es asumir que la IA no es una tendencia tecnológica más. Como hemos visto, y observando su evolución sin precedentes, se ha convertido en un cambio de paradigma tecnológico y empresarial que va a generar oportunidades y posibilidades hasta ahora inexploradas.
Según datos de McKinsey, se prevé que en 2025 el 20% del EBIT de las empresas será atribuible al uso de la IA generativa, lo que demuestra un potencial de negocio inaudito. Atendiendo a estos datos, recopilamos los 4 pilares fundamentales mencionados por Lluis en los que las empresas se tienen que apoyar si quieren prepararse para esta revolución tecnológica:
- La observación: hablamos de un entorno que cambia diariamente, por lo que es fundamental activar radares que nos permitan detectar avances, desarrollos, mejores prácticas o casos de éxito para importar experiencias.
- La experimentación: consiste en explorar casos de uso de IA generativa y generar pilotos usando esta tecnología con el fin de optimizar procesos. Las compañías que empiecen a hacerlo ahora, serán las que logren ser más competitivas en el medio y largo plazo.
- Las alianzas: es importante buscar conexiones, especialmente con compañías tecnológicas que están integrando la IA en su cuore, lo que va a facilitar su adopción; pero también con el ecosistema startup, que trae propuestas de valor diferenciales.
- La formación: este es el último pilar que deben considerar las empresas si quieren seguir siendo competitivas. El momento de hacer el upskilling es ahora: que los empleados experimenten y utilicen la IA, ya que esas herramientas van a ser las que tengan obligación de utilizar el día de mañana.
El futuro de la inteligencia artificial
Según la tecnología incremente sus avances, podemos esperar que la IA tenga un impacto aún más profundo en todos o en muchos de los ámbitos de nuestra vida, tanto personal como profesional.
La integración de la inteligencia artificial con tecnologías emergentes como la robótica, blockchain o la computación cuántica ofrece todavía un inmenso potencial para seguir abordando problemas más complejos y desbloquear nuevas oportunidades.
En este sentido, ese cambio tecnológico implicará que se deban desarrollar determinadas habilidades, como el pensamiento analítico, el pensamiento crítico, la creatividad o la resolución de problemas, que permitan trabajar con éxito con las nuevas herramientas. Así que la alfabetización en IA de los trabajadores va a ser un aspecto fundamental que las empresas deberán abordar en el corto plazo.
Precisamente la educación es una de las mejores áreas de aplicación de la inteligencia artificial, por lo que las empresas pueden apoyarse en plataformas de aprendizaje basadas en la IA para formar, actualizar las competencias y reciclar a su personal en este campo.
En definitiva, para navegar con éxito en nuestro futuro profesional, los trabajadores tendremos que adaptarnos y desarrollar las habilidades necesarias para trabajar eficazmente junto a los sistemas de inteligencia artificial.