Estamos en pleno verano y para una gran mayoría eso significa vacaciones. Julio y agosto son los meses por excelencia para dejar por unos días el puesto de trabajo y disfrutar de unos días de descanso. Sin embargo, no todo el mundo tiene la capacidad de desconectar durante esos días. Durante las vacaciones es necesario reducir el nivel de estrés y aprovechar esos días libres que tanto ansiamos durante el resto del año, de lo contrario, acabará repercutiendo en nuestra motivación y nuestra salud, provocando la sensación de estar quemado y afectándonos directamente.
¿Eres de los que se identifica con haber respondido algún mensaje del trabajo en vacaciones o haber resuelto algún asunto a través del correo electrónico? ¿Vas a la playa pensando en lo que te queda por hacer o en lo que tendrás que hacer o deberías hacer en el trabajo? ¿Te ves con el portátil y el teléfono cerca constantemente? Si la respuesta es un sí y te gustaría ser capaz de disfrutar realmente de tus vacaciones, aprovecharlas al máximo y desconectar del trabajo… ¡este es tu sitio!
Consecuencias de no desconectar del trabajo en vacaciones
Ya hemos mencionado que no desconectar del trabajo en vacaciones afecta a nuestra salud y bienestar, aumenta la fatiga y nos agota emocionalmente, lo que puede derivar en otros problemas. ‘Desconectar’ también implica alejarse psicológicamente del trabajo y no estar preocupados por el mismo o por alguna tarea pese a no estar físicamente trabajando o realizando tareas propias del trabajo.
En muchas ocasiones, conseguir alejarse de lo laboral puede ser complicado, especialmente para emprendedores, autónomos o trabajadores freelance, entre llamadas, mensajes y correos electrónicos, pero debemos hacer un esfuerzo por seguir ciertos consejos que nos ayuden a dejar a un lado el trabajo y recuperar energías.
Entonces, ¿cómo podemos disfrutar de las vacaciones y desconectar del ámbito laboral?
3 consejos para disfrutar de las vacaciones si eres emprendedor
1. Deja todo cerrado y establece un tiempo de contacto concreto
Aunque seamos los encargados de tareas específicas en el trabajo, las vacaciones son vacaciones. Debemos dejar todo atado para que no sea necesaria nuestra intervención, y también hay que saber delegar de forma adecuada en una persona que pueda encargarse de cualquier cosa que surja.
Es posible que, aunque dejemos todo cerrado, sigamos recibiendo llamadas, mensajes, correos electrónicos, etc., y tener el teléfono cerca no ayudará en el intento de alejarse del trabajo. Por tanto, debemos intentar apagar el móvil o dejarlo en el alojamiento para evitar mirarlo todo el tiempo. Podemos acordar un horario específico de contacto o momento de conexión para que, en casos de extrema necesidad alguien pueda contactar con nosotros, pero sin suponer una invasión constante del tiempo libre. Respecto a los correos electrónicos, podemos programar un mensaje automático de autorrespuesta informando de las vacaciones e incluyendo el mensaje o contacto adecuados.
2. Vacaciones sin prisa
A lo largo del año muchas veces vivimos con prisa, nos levantamos temprano, tenemos innumerables cosas que hacer… vamos, como se suele decir, “acelerados por la vida”. Las vacaciones son el momento perfecto para cambiar el ritmo, reducirlo y hacer las cosas con calma y tranquilidad.
Asimismo, aunque es bueno querer hacer cosas en vacaciones, tampoco debemos crearnos una agenda hipersaturada de actividades, ya que acabaremos estresados por todas ellas y solo sustituiríamos nuestros quehaceres diarios por un sinfín de actividades que nos gustan pero que no podemos cumplir con el ritmo que deberíamos y acabarán siendo menos placenteras. Ve con calma, disfruta de momentos sencillos como las comidas, paseos o incluso el camino al supermercado; sin prisa las cosas se ven de otra manera. Date el lujo de no madrugar o el placer de darte un baño relajante.
Este verano disfruta de todo lo que quieras hacer, pero no te estreses por querer hacerlo todo y, sobre todo, olvida el reloj, ¡estás de vacaciones! Disfruta de todos y cada uno de los momentos que tengas y tómate tu tiempo. No cuentes los días que quedan para que se acaben, o estos pasarán sin haberlos disfrutado como te mereces.
3. Realiza actividades que te hagan feliz y te llenen de energía
Tu tiempo libre está para disfrutarlo haciendo cosas que te gustan y te hacen feliz. Las vacaciones de verano son el momento perfecto para realmente alejarse del trabajo y, para ello, es importante alejarnos de ello también psicológicamente. La mejor manera de llevar esto a cabo es realizando otras actividades que nos entretengan y nos gusten, como puede ser practicar un deporte, tomar el sol, leer, visitar lugares nuevos… Realizar actividades o dedicar tiempo a nuestras aficiones será lo que marque la gran diferencia en este periodo.
Las vacaciones también son un buen momento para probar cosas nuevas, buscar retos, aprender algo nuevo o dejar paso a la improvisación, no tenemos que tener todo planeado, a veces las mejores ideas surgen de una siesta o un ratito de relax.
Y tú, ¿consigues desconectar del trabajo y disfrutar de tus vacaciones al máximo?