Existen más de 4.115 startups en España, y la creación de las mismas está en constante crecimiento. Sin embargo, una de las principales dificultades de las startups es el acceso a financiación. Nuestro país está repleto de personas innovadoras, creativas y con ganas de emprender, pero en ocasiones pueden verse lejos de la ejecución de sus ideas debido a la falta de dinero.
Aunque las vías de financiación varían en función del tipo de negocio y necesidades de cada proyecto, existen muchas posibilidades para obtener financiación, ¡más que nunca! Es cierto que es muy importante conocer las diferentes opciones que tenemos para financiar un proyecto, pero también debemos contar con un modelo de negocio sólido y conocer los pasos a dar para transformar nuestra idea en un negocio rentable y escalable. Una vez tengamos esto, aquí están las principales maneras de financiar tu startup.
1. Financiación propia
Al principio de todo proyecto y para poner en marcha una idea (comenzar la actividad empresarial, registrar la marca, constituir la entidad, etc.), hace falta financiación. Las vías de financiación en este momento de una startup son los ahorros personales y del equipo y las FFF o 3F (Friends, Fools and Family).
La primera forma de obtener financiación es con nuestro propio dinero. Los miembros fundadores o del equipo de la futura startup invertirán en su propio proyecto parte sus ahorros. Esto ayudará en el inicio y demostrará que creemos en nuestra idea: Si tú crees en tu proyecto, muchas otras personas también creerán en él.
2. Financiación FFF o 3F (Friends, Fools and Family)
Esta fase de comienzo es muy temprana y muchas veces ni siquiera se ha validado el modelo de negocio. Por este motivo, el riesgo es elevado y los emprendedores y emprendedoras generalmente acudirán a personas de confianza que apuesten por su idea cuando aún no hay garantías. Estos inversores suelen ser amigos, familiares u otras personas que asumen dicho riesgo y te permiten poner a prueba tu idea.
3. Incubadoras y aceleradoras
Las incubadoras y aceleradoras apoyan a las startups en sus inicios. Las aceleradoras ayudan a las empresas de reciente creación a crecer de forma rápida y estructurada, mientras que las incubadoras atraen a emprendedores y les aportan ideas y recursos. Ofrecen espacios de trabajo, mentoring, formación, financiación y/o acceso a sus redes de inversores. Son una buena opción para adquirir conocimientos de expertos, mejorar diversas áreas de la startup y la estrategia de negocio, así como ampliar el abanico de oportunidades disponibles para su crecimiento.
Por ejemplo, santalucía IMPULSA es un programa de aceleración corporativo de proyectos innovadores especializado en insurtech, promovido por el Grupo santalucía, para emprendedores y startups con menos de 5 años. El programa ofrece un proceso único de aceleración y la oportunidad de buscar proactivamente colaboraciones y alianzas con santalucía.
4. Crowdfunding
El crowdfunding o micromecenazgo es una vía de financiación colectiva, es decir, un grupo de personas apoya económicamente un proyecto. El emprendedor o emprendedora recibe donaciones de los inversores, generalmente a cambio de algún tipo de contraprestación relacionada con el proyecto (como el producto cuyo desarrollo pretende financiar, su uso de forma gratuita, merchandising…). Es una forma de financiación eficaz que supone una de las principales alternativas para obtener capital a través de Internet; existen numerosas plataformas online que facilitan el contacto entre ambas partes.
5. Business Angels
Los Business Angels son personas físicas con capacidad de inversión y un amplio conocimiento en sectores concretos, que aportan no solo su dinero, sino también su experiencia y sus contactos. Tienen buen ojo para los negocios y están en constante búsqueda de proyectos. Estos inversores privados impulsan el desarrollo de proyectos empresariales con alto potencial de crecimiento y escalables en sus primeras etapas de vida y ayudan a cubrir la falta de financiación con que se encuentran los emprendedores en las etapas iniciales. Se asocian a elevados niveles de riesgo y falta de liquidez; suelen entrar cuando el proyecto ya está mínimamente lanzado y se tienen datos claros y se han obtenido las primeras operaciones e ingresos. La principal diferencia con los inversores tradicionales y del capital riesgo es su implicación en la gestión de la empresa.
6. Venture Capital o Capital Riesgo
Las entidades de Capital Riesgo o Venture Capital son sociedades inversoras o especializadas en inversiones que financian startups maduras, grandes proyectos con grandes necesidades de capital para seguir creciendo. Las cifras son más elevadas que los Business Angels y se cuenta con el apoyo de entidades con mucha experiencia en negocios, pero las condiciones son más estrictas y complejas.
7. Préstamos participativos
Los préstamos participativos tienen como objetivo promocionar la creación de proyectos empresariales viables y con perspectivas de crecimiento y consolidación. Suele tener unos requisitos de acceso bastante asequibles y sus intereses están ligados a los resultados de la empresa. Esto último quiere decir que la carga financiera que soportará la compañía se adaptará a su propia actividad.
8. Otros
Como dijimos al comienzo, existen numerosas formas diferentes de obtener financiación para tu startup. Os hemos escrito algunas de las más importantes o principales, pero existen muchas más. Recuerda informarte bien sobre las opciones disponibles para tu empresa y saber bien las necesidades de tu startup para cubrirlas de la mejor manera posible y en el momento adecuado. Otras formas de obtener capital para tu startup son, por ejemplo, la financiación bancaria, subvenciones, participaciones, confirming, socios, crowdlending, factoring…