27/11/2019

La felicidad como modelo de negocio

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Nota adhesiva verde con sonrisa dibujada, sostenida por manos

Un factor que mejora la productividad y el compromiso de los trabajadores es la felicidad. Pero, ¿puede convertirse en una estrategia de negocio para alcanzar el éxito? ¿Cómo consiguen las empresas el compromiso y el bienestar de sus empleados? Hoy hablamos de la felicidad como motor de cambio de la cultura empresarial.Martin Seligman, principal impulsor y padre de la psicología positiva, habla de cinco elementos fundamentales que contribuyen a la felicidad, entendida como un factor más tangible, humano y saludable, mediante el conocido modelo PERMA.P = Emociones positivas (Positive Emotions)E = Entrega (Engagement)R = Relaciones positivas (Relationships)M = Significado o propósito de vida (Meaning)A = Logros o metas cumplidas (Achievement)Este psicólogo toma nociones de la felicidad, ligadas a teorías modernas sobre la motivación, e invita a encontrar el equilibrio entre las emociones positivas y negativas: priorizar lo bueno frente a lo malo.

Hombre sonriente leyendo libro amarillo en oficina con computadora y lámpara

Cuando prevalecen las emociones positivas, somos más productivos, empáticos y flexibles, más proclives a aprender y a mejorar nuestras habilidades y estamos más abiertos al cambio, por tanto, hay un mejor desempeño en las tareas. Se trata de pensar y actuar de una manera constructiva y de mirar con optimismo hacia el futuro.A mayor felicidad, por tanto, se aceleran los procesos creativos y de innovación y, a largo plazo, esto reporta mayores beneficios: se afianzan las relaciones interpersonales, se mejora el trabajo en equipo, se genera el reconocimiento interno, se retiene el talento y hay una mayor adaptación y flexibilidad ante imprevistos y retos que puedan surgir.Los empleados felices y motivados ayudan a las organizaciones a conseguir más clientes satisfechos, ya que se convierten en buenos embajadores de la marca o servicio y este impacto positivo se traduce en un mejor trato, en mayor empatía, en una mejora de la calidad de sus productos y en ofrecer experiencias más positivas y transformadoras. Esto nos permite superar las expectativas del cliente, que recibe más de lo que espera.

Cuatro amigos riendo juntos al aire libre con gafas de sol

Además, esta idea de felicidad compartida, que a priori puede parecer algo muy remoto e idealista, va más allá de generar dinero y alcanzar los objetivos. Se trata de crear el clima idóneo entre trabajadores y fomentar el bienestar en un entorno adecuado y adaptado a sus necesidades. Las empresas que compiten por atraer el mejor talento, tienen que situar a las personas en el centro de sus estrategias y ser capaces de generar valor y confianza con el fin de ser más éticas, sostenibles y humanas. Son conocidos algunos casos de multinacionales como Virgin, Google, L’Oreal o Room Mate, entre otras, que han incorporado la felicidad como eje fundamental de su cultura corporativa y en la actualidad se sitúan en el ranking de las empresas más felices para trabajar.Recientemente, Kike Sarasola, fundador y presidente de Room Mate Group, centró su ponencia en South Summit 2019 en la idea de felicidad como sinónimo de rentabilidad y en situar a las personas como punto de partida de cada innovación del grupo. El modelo "Happitality" se basa en hacer más placentera la estancia de sus huéspedes; mientras que el ejemplo de fidelización de los empleados, traducido en más tiempo libre y en medidas de conciliación, les está reportando beneficios como una mayor efectividad y un fuerte orgullo de pertenencia hacia la empresa.

Mujer sonriente con laptop, hablando por teléfono en un día soleado

En resumen, la felicidad es clave para el éxito de una empresa ya que genera rentabilidad, incrementa la productividad y amplía la satisfacción de todos. Ser feliz puede acabar convirtiéndose en un hábito y en nosotros está poder consolidarlo. ¿Tú ya lo aplicas en tu día a día?